LOIRA 2014: El museo de Julio Verne en Nantes





Los adolescentes de mi generación fuimos educados sin que pudiéramos dar muchas alas a la imaginación. La escuela franquista, y no digamos los colegios de curas, tendían más al adoctrinamiento que a cultivar nuestras mentes, abriéndolas por diferentes derroteros conceptuales.
Menos mal que teníamos a Julio Verne y a Emilio SalgariLos dos desataban nuestra imaginación con aventuras en países lejanos (incluso en la Luna) y con personajes exóticos, a base de tribus lejanas y viajeros empedernidos.
Emilio Salgari era más conservador en sus argumentos. Aventura a tope pero en plan más convencional. Mucho casaca roja colonialista, lanceros bengalíes por el Pamir, piratas y piratas, etc. Aún recuerdo algunas del famoso príncipe corsario Sandokán.
Julio Verne era mucho más de viajes fantásticos y, sobre todo, de innovación, aunque este término ni se manejaba. No hay más que ver sus novelas más conocidas para encontrarse con helicópteros, submarinos, el motor de explosión, internet, naves espaciales, armas de destrucción masiva, etc. Su mérito fue divulgar, anticipándose, inventos y técnicas que algunas ya se barruntaban en el mundo científico de la época. 

De todas formas la novela que mejor recuerdo guardo de ella y es la que más me sigue gustando es Miguel Strogoff, el correo del zar, que es absolutamente convencional en su planteamiento y técnicas de la época. Ferrocarril, mucha galopada a uña de caballo, telégrafo. Pero es la aventura, por la aventura, en si misma, en estado puro. Aguerrido oficial cosaco que ha de cruzar de incógnito toda Rusia y más de la mitad de Siberia, hasta los confines de las estepas mongolas, para llevar un mensaje del zar a una ciudad sitiada. Destacan igualmente dos personajes entrañables. Dos periodistas (inglés y francés), corresponsales de guerra, con unos diálogos sobre el conflicto y otros aspectos de la vida muy interesantes.
Todo esto para decir que de regreso de Normandía y Bretaña, al pasar por Nantes, ciudad natal de Julio Verne, no pudimos dejar de visitar un museo que a su figura y obra tienen dedicado.
Se ve en un rato y resulta de lo más evocador para los admiradores de este escritor. Todo lleno de referencias a su obra, carteles de las películas, maquetas de los artilugios y vehículos fantásticos que ideó, muebles antiguos, la ciudad de entonces, etc.
Muy recomendable su visita.

Comentarios

Xose Alberte Cea ha dicho que…
Muchas gracias por compartir tu aventura !!

Yo tampoco soy un fan de Julio Verne, pero si de 20.000 leguas de viaje submarino. Y en Vigo le tenemos un aprecio especial porque menciona nuestra ría en un pasaje del relato.

Tenemos un par de esculturas de él y una muy interesante que solo puede verse compla cuando baja la marea.

Si algún día puedes venir y verlas estoy seguro de que te agradarán:

http://steampunksp.4rumer.net/t617-julio-verne-y-la-ria-de-vigo

Un saludo Luís y que sigas disfrutando de los viajes y que sigas compartiéndolos.
Luis López Algaba ha dicho que…
Muchas gracias Xose Alberte por la información, curiosa información.
Hace muchos años que no he estado en Vigo y, desde luego, lo tengo presente el aprovechar una ocasión para ir, como esa zona de Galicia.
Muchas gracias también por tus buenos comentarios sobre lo que pongo de viajes.
Saludos

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