YUGURTA Y SU GUERRA HASTA LA LLEGADA DE QUINTO CECILIO METELO
Serie «De Mario a Octavio: 80 años decisivos, 002».
Yugurta (Cirta, 160 - Roma, 104 a. C.), rey de Numidia, fue apresado, mediante un ardid, por Lucio Cornelio Sila, legado de Cayo Mario en 105 a. C. Antes de esta fatídica fecha para él, este rey africano había tenido una vida intensa que lo había convertido en un maestro militar y experto en todo tipo de engaños, intrigas, sobornos y traiciones.
En Numidia, muerto Masinisa, maestro en pergeñar alianzas cambiantes con Roma desde la 2ª Guerra Púnica, le sucedió, en 148 a. C., su hijo Micipsa, tío de Yugurta, que decidió mandarlo a Hispania, participando en el asedio y destrucción de Numancia por Escipión Emiliano. En esa campaña estableció vínculos con otros oficiales, del Estado Mayor de Escipión, como Cayo Mario y Publio Rutilo Rufo.
Hiempsal fue asesinado pero Aderbal consiguió huir a Roma y pedir su apoyo para enfrentarse a Yugurta. En 116 a. C. una embajada romana, sobornada por Yugurta, decidió dividir el reino entre los dos hermanos, entregando a Yugurta las regiones más fértiles y ricas.
En 113 a. C. Yugurta entró en guerra con su hermano arrinconándolo en su capital, Cirta. Una segunda embajada romana, enviada para mediar entre los reyes, fue también sobornada por Yugurta consiguiendo tomar la ciudad, ejecutando a Aderbal y a sus partidarios. En esta masacre murieron ciudadanos romanos e itálicos lo que provocó que el Senado romano declarara la guerra a Yugurta.
Roma envió un ejército a Numidia, al mando del cónsul Lucio Calpurnio Bestia y Yugurta, maestro en sobornos, intrigas y traiciones, se rindió ante él, en unos términos tan favorables que hicieron sospechar en Roma el soborno de Bestia.
Convocado por el Senado de Roma para una investigación por ese posible soborno, Yugurta consiguió eludir su declaración sobornando a un tribuno de la plebe. Además aprovechó para organizar el asesinato frustrado de un posible competidor, su sobrino Masiva. Lo expulsaron de Roma.
Reanudada la guerra, Yugurta a finales de 110 a. C., derrotó al pretor Aulo Póstumo Albino en la batalla de Suthul.
En 109 a. C. Roma envía contra Yugurta al cónsul Quinto Cecilio Metelo que designó como legados suyos a Cayo Mario y a Publio Rutilo Rufo.
Empezaba el fin de Yugurta, iniciado con la batalla de Mutul y conseguido, más tarde, por Mario y Sila.
Pero eso es historia para otro artículo a publicar.
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