CAYO MARIO ANTES DE SU PRIMER CONSULADO

Serie: «De Mario a Octavio: 80 años decisivos, 001».



Cayo Mario obtuvo su primer consulado, de los 7 que ejerció, en 107 a. C. Nacido en Arpino (Lacio) en 158 a. C. tenía 51 años cuando llegó a esa magistratura.

Provenía de una familia influyente en su localidad, del orden ecuestre, aspecto que quizá influyó en dedicarse a la milicia desde su más temprana juventud.

En 134-133 a. C. ya como un oficial experimentado, participó en el asedio final a Numancia, dirigido por Escipión Emiliano, integrado en el círculo íntimo de colaboradores del general. Allí tuvo oportunidad de convivir con otros jóvenes oficiales que luego, como él, fueron importantes figuras de Roma, estando entre ellas Yugurta, futuro rey de Numidia y que derrotó años más tarde. El estilo de mando de Escipión Emiliano influyó en su propio estilo y en sus posteriores éxitos militares.

En los años siguientes fue tribuno militar e inició su «cursus honorum» siendo cuestor, con plaza en el Senado. Más tarde fue tribuno de la plebe y fracasó en el intento de ser edil curul y edil plebeyo.

En 116 a. C. fue elegido pretor pero fue acusado de corrupción electoral, siendo exonerado más tarde.

Entre 115 y 113 a. C. fue enviado a la Hispania Ulterior como propretor y, de vuelta en Roma, se casó hacia 110 a. C. con Julia, una patricia tía de Julio César, lo que le permitió ganar influencia en la alta sociedad romana.

En 109 a. C. el cónsul Quinto Cecilio Metelo lo nombró legado suyo para la guerra contra el rey Yugurta de Numidia.

Siendo como era Mario un brillante militar tuvo sus problemas con el soberbio Metelo que, además, le impedía volver a Roma para optar al consulado en 107 a. C., aunque consiguió el permiso poco antes de las elecciones, siendo elegido para su primer consulado.

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