FINESTRAT 2015: El Puig Campana.
Su forma tiene como una hendidura profunda en la cima que ha dado lugar a una leyenda muy curiosa: Un lugarteniente de Carlomagno, llamado Roldán, el de la canción de Roland, peleando con un jefe moro le descargó un potente mandoble, que logró evitar, pero dió contra la roca, haciendo tan profundo tajo y saltando la piedra rota al mar, formando la isla de Benidorm. Sin comentarios.
Subimos por la ruta circular desde la fuente del Molí, sin utilizar el acceso más directo de la pedrera, excesivamente duro e incómodo.
Su ascensión no resulta nada fácil, es bastante exigente, pero el esfuerzo queda sobradamente compensado por la sensación de triunfo por haber vencido a semejante mazacote pétreo y, mejor todavía, las vistas que desde la cima se contemplan.
Aparte de un ligero almuerzo, ya cerca de la cima, tuvimos la ocasión de disfrutar de un tardío refrigerio campestre en el área de descanso de la fuente del Molí, con cava y tarta de Santiago. En la montaña a veces se sufre, pero esos momentos de buena camaradería, compartiendo manjares ricos, hacen que se olviden los malos momentos con las cuestas empinadas, los tramos pedregosos, los pies doloridos, las bajadas machaca-rodillas, etc.
Terminando: Un inicio de año senderista de categoría, subiendo a una de las cumbres más emblemáticas de la Comunidad Valenciana.
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