BATALLA DE ARAUSIO. UN PROCÓNSUL SOBERBIO E INCOMPETENTE
Serie «De Mario a Octavio: 80 años decisivos, 011»
 |
| Arausio, ataque y destrucción de los campamentos |
105 a. C. Batalla con el resultado de una gran derrota romana, superior a la que se produjo en Cannas, sufrida por el cónsul Cneo Malio Máximo y el procónsul Quinto Servilio Cepión, ante una unión de tribus germánicas constituida por ambrones, cimbrios y teutones, comandados por Boiorix y Teotobod, reyes cimbrio y teutón respectivamente.
El peligro que suponía esta invasión bárbara ha sido comentado en las anteriores crónicas:
 |
| Guerreros cimbrios en actitud de ataque |
De quinto Servilio Cepión ya hemos hablado en la crónica «El oro de Tolosa, ¿fantasía o realidad?», ejerciendo como cónsul el año anterior de la batalla.
El 105 a. C. el Senado decidió, reforzando la presencia romana en la zona, que asumiera el mando de la guerra cimbria (113 - 101 a. C) el nuevo cónsul Cneo Malio Máximo, considerando oportuno dividir el territorio de actuación en la Galia en dos zonas, delimitadas por el Ródano, asignando una a Malio y manteniendo, como procónsul, a Cepión en la otra.
Cepión era un patricio con una soberbia de clase desaforada. Llevó muy mal el que fuera elegido cónsul Malio, un plebeyo, un «homo novus», pero todavía llevó peor el tener que someter su mando al de Malio, en caso de unir sus ejércitos en la lucha contra las tribus bárbaras.
Cuando Malio, con su ejército consular, llegó al Ródano, ordenó a su legado Marco Aurelio Escauro que se destacara con una fuerza de caballería de 5.000 jinetes, río arriba, en misión de avanzadilla, para detectar, con tiempo, los movimientos de los germanos.
Acampado de noche con sus hombres, Escauro fue sorprendido por un gran número de enemigos que los rodearon, sin posibilidad de luchar a caballo o retirarse. Sus oficiales le ofrecieron que escapara pero Escauro contestó que sería indigno que un excónsul huyera mientras sus hombres eran masacrados. Fue capturado y llevado ante Boiorix, rey cimbrio, que le sugirió ejerciera de mediador ante Malio, pudiendo los cimbrios ocupar tierras evitándose la guerra.
Escauro, también un patricio arrogante, le contestó que si no retrocedían su pueblo sería exterminado. Boiorix mismo lo ejecutó con una espada. Otra versión indica que fue encerrado en una jaula colgada encima de las brasas de una fogata, sin humo que provocara la muerte rápida por asfixia, muriendo asado.
.jpg) |
| Boiorix ejecutando a Marco Aurelio Escauro |
Cuando Malio tuvo noticia de la destrucción de la tropa de Escauro, comprendió la gravedad de la situación y de la marea humana que se les venía encima. Ordenó a Cepión que se desplazara a su posición para unir ambos ejércitos.
Cepión que, ante sus legados y tribunos, no se cortaba de ridiculizar a Malio por su origen, inicialmente desoyó la orden de su superior, accediendo más tarde a regañadientes.
Sólo accedió a desplazarse al Ródano cuando una comisión, con rango senatorial, se lo pidió pero plantó su campamento varios kilómetros por delante del de Malio, en la línea de avance de los germanos. Su justificación fue ser el primero en luchar, llevándose la gloria de la victoria sin compartirla con nadie y menos con un plebeyo.
 |
| Situación de los campamento y movimientos de la batalla |
Unidos los dos ejércitos hubieran supuesto una formidable fuerza de más de 80.000 hombres, de legiones romanas que constituían, por su equipamiento e instrucción, la fuerza de choque más preparada y dañina de la Antigüedad. Unidos hubieran tenido posibilidades, por separado no.
Ante unas posible negociación de Malio con los bárbaros, de la que no fue avisado, Cepión montó en cólera y ordenó el ataque de sus legiones, sin contar con Malio.
El ejército de Cepión fue literalmente masacrado, así como, a continuación su campamento, donde se habían refugiado parte de los huidos, mientras otros retrocedían hacia el ejército de Malio, formado más atrás, desordenando su filas y haciéndoles perder la moral de combate, al llegar despavoridos y exhaustos.
 |
| Asalto al campamento de Cepión |
Las tropas de Malio fueron igualmente arrasadas al ser flanqueadas y encerradas contra el Ródano, muriendo muchos legionarios ahogados. El campamento fue, como el de Cepión, saqueado y destruido.
Algunas fuentes hablan de 70.000 soldados y 40.000 auxiliares muertos en la batalla. Una derrota de una magnitud sólo comparable a la de Cannas con Aníbal Barca, el 216 a. C.
 |
| Guerreros teutones atacando a las legones de Malio |
Entre los escasos supervivientes estuvieron los dos cónsules que lograron escapar, cada uno por su lado, cruzando el Ródano en barca. Ambos cónsules fueron juzgados por el Senado y condenados a destierro por «pérdida de un ejército».
También sobrevivió un personaje Quinto Sertorio que, años más tarde. tuvo un importante papel como aliado de Mario y protagonista de la Guerra Sertoriana en Hispania. Era un joven tribuno en el ejército de Cepión y logró escapar cruzando el Ródano a nado con su armadura y herido.
 |
| Masacre final de las tropas de Malio |
Tan tremenda derrota implantó el miedo en Roma y el Senado eligió «in absentia» cónsul por 2ª vez a Cayo Mario que aún se encontraba en África ultimando la guerra con Yugurta, rey de Numidia. Al llegar a Roma inició una reforma de las legiones descrita en una crónica anterior, «Las mulas de Mario. Su reforma militar».
Tras la victoria de Arausio las tribus germánicas, que despreciaron el botín y el armamento capturado, cometieron el error de no seguir su marcha en dirección a Roma. Posiblemente hubiera cambiado la historia.
Los teutones se quedaron por la Galia y los cimbrios partieron hacia Hispania, donde los celtíberos los repelieron, volviendo a la Galia, donde se unieron a los teutones en 103 a. C.
Esta separación propició la recuperación de Roma y que Mario, con consulados sucesivos, culminara su reforma militar, transformado una legiones que vencieron a teutones y cimbrios en Aquae Sextiae (102 a. C.) y Vercelae (101 a. C.) respectivamente.
...///...
Comentarios