¿QUIÉN A LOS 15 AÑOS NO DEJÓ SU CUERPO ABRAZAR? MI HOMENAJE A MARI TRINI
Pues yo, por ejemplo. Un gilipollas reprimido más, de aquella mierda de época que nos tocó vivir. Mediados y finales de los 60. Los primeros 70. Seguíamos todavía bajo el régimen de Franco y los quinceañeros no conocíamos otro. Eso, por desgracia, marca. Y si es en la adolescencia y 1ª juventud, peor todavía.
Pasan los años y te das cuenta que aquella dictadura ilegítima y homicida había convertido la España que tenía que haber sido la de nuestros primeros abrazos, nuestros primeros besos, nuestros primeros amores, en una España casposa, retrasada, beaturra y reprimida.
Menos mal que a la iglesia católica y a los jerarcas del régimen ya se le empezaban a escapar de las manos los adoctrinamientos morales y políticos, respectivamente, que intentaban y, quién más quién menos, hacía de su capa un sayo, procurando abrazar, besar, amar, con quién podía, pasando del credo "católico-apostólico-romano" y "antijudeo-masónico" que nos intentaban imbuir en la educación recibida. Como muestra un botón: Don M----, una especie de tutor en el colegio de escolapios de Valencia (Carniceros) en 5º curso de Bachillerato (año 1967) pontificaba con teorías "científicas" como que si nos masturbábamos (hacernos una buena paja, en castellano carpetovetónico) se nos licuaría la médula espinal. (¡¡¡ ¿¿¿ ??? !!!)
Afortunadamente teníamos personas como Mari Trini, con canciones tan maravillosas como la que contiene la frase del título, que nos hacían más llevadera nuestra existencia, permitiéndonos soñar, ilusionarnos y generar un pensamiento divergente con respecto a los doctrinarios de los que he hablado antes.
Este es mi modesto homenaje particular a Mari Trini, cantautora murciana de los años 70 de la que siempre he guardado un muy agradable recuerdo. Hoy han informado de su muerte, a los 61 años, después de larga enfermedad. De un tiempo a esta parte noto que empiezan a desfilar personas que se llevan pedazos de mis sentimientos más antiguos. Supongo que es ley de vida.
Mari Trini: ¡Hasta siempre!
Comentarios
Salu2.