BOCAIRENT 2009. Senderismo semiurbano

La salida estaba programada al río Ebrón, en el Rincón de Ademúz, pero la amenaza de lluvias y tormentas intensas en el Sistema Ibérico hizo reconsiderar el tema y como ante la duda la prudencia manda, se decidió cambiar el noroeste por el sur y ruta con pueblo cercano por eso de que cuando llueve lo hace en cualquier sitio. La elección se decantó por Bocairent que nos permitía hartanos de cuestas por la orografía tan quebrada que tiene y estar siempre cerca del casco urbano.

Completo el día:

Empezamos con una necrópolis visigoda, antes de Bocairent, en la masía del Pou en la carretera de Alfafara. Ya con el vehículo oportunamente aparcado, atravesamos el pueblo e iniciamos la marcha hacia la ermita del Santo Cristo. Buena subida. Reconfortante almuerzo. Más allá de la ermita, por eso de hacer piernas, nos encontramos con el escenario de la batalla de Camorra, en 1873, presidido por el monumento a 63 soldados carlistas que allí perdieron la vida y una cueva un tanto extraña donde una beata, Piedad de la Cruz, oraba de joven, dándose un paseo bastante apañado por cierto.

De regreso a Bocairent y tras unas refrescantes abluciones en la fuente de la plaza principal nos dirijimos al paraje de las Covetes dels Moros. Si con la ermita no nos habíamos cansado de cuestas ahí estaban también las de acceso a las citadas cuevas. Entramos a recorrerlas y salimos con la gratificante percepción de que el espíritu puede ser muy jóven pero que, para ciertas cosas, la edad es importante tenerla en cuenta. Acabamos con una interesante nevera, Cava de San Blai, a la que se entra por debajo y permite ver en todo su esplendor cómo eran estos depósitos de hielo, tan importantes hasta hace escasamente 100 años para consumo y conservación de alimentos.

Para terminar los enlaces al reportaje fotográfico completo y a la siempre interesante crónica de Paco Carrera, con mucha más información que la mía.