BENAGEBER: La Pardala

Siguiendo con las "rutas de agua" por eso de los calores del fin de la primavera nos fuimos a patear por el embalse y pueblo de Benegeber.

La planificación iba de pasando por el área recreativa de La Pardala acceder, en la parte alta del embalse, al Charco Negro.

Hubo que hacer cambios, sobre la marcha, adaptativos a la realidad cambiante. El Charco Negro ni lo olimos dado el caudal acuoso que nos impedía el paso, producto de las benditas lluvias de este invierno y primavera.

Como siempre un buen rato de almuerzo, haciendo uso de las botas. Evidentemente me refiero a las de vino pues cuando se almuerza este grupo se para, busca un lugar idóneo y disfruta del paisaje, la mutua compañía, las viandas, etc.

Como novedad de esta ruta se había planificado una segunda sesión de avituallamiento, en plan picnic, que se disfrutó en la ermita de San Isidro de Benegeber. Todo un lujo. Mesa rústica en semisombra, entorno muy cuidado y soledad. Incluso permitió la ocasión, aparte de la obligada tertulia en los postres, un rato individual de recogimiento íntimo, aderezado de descanso neuronal y reposo corporal. Entiéndase siesta campestre cobijados por buenas sombras, proporcionadas por los árboles o la ermita.

Como siempre completo este relato con la crónica de Paco Carrera.