ALPES 2015: El castillo de Issogne en el Valle de Aosta.

La verdad es que el castillo de Issogne mucha pinta de castillo no tiene, asemejándose más a un palacio que a un castillo. De todas formas, castillo o palacio da igual; se trata de un espléndido edificio renacentista que conserva actualmente la apariencia que tenía entre 1490 y 1510 en que fue adquirido por Giorgio de Challant.

Se encuentra al principio del Valle de Aosta y forma parte de un conjunto de fortalezas, desperdigadas por todo el valle que dan idea de la importancia económica y militar de la zona.

Tras sucesivos propietarios y una profunda restauración, a finales del XIX, obra del pintor Vittorio Abondo, hoy día es propiedad del Estado italiano.

Se pueden contemplar en sus tres plantas (baja y dos altas) diversas estancias que definen perfectamente la vida de los nobles del siglo XV, en cuanto a mobiliario y decoración.

Aparte de una hermosa fuente de piedra con la escultura en hierro batido del árbol de la granada (símbolo de la familia Challant) merece la pena destacar, en el ala porticada de la planta baja, una serie de frescos que representan escenas cotidianas de la vida de aquella época, con oficios habituales.

También resulta curioso observar en determinadas paredes, incluso en los frescos, la serie de inscripciones (textos y dibujos) que han dejado los huéspedes del castillo durante más de 400 años. Algunos tendrán su valor, por la antigüedad y el personaje que lo hizo, pero no le veo mucho la gracia a esos graffitis estropeando un fresco de mucho más mérito y arte.

Resto del reportaje fotográfico.